¿Quién no sé despidió para luego no
irse? Creo que no soy la única que lo hace, o si, puede ser,
aunque parezca irónico, odio las despedidas.
Al igual que odio las canciones lentas
de Pereza, también odio mucho la gente que mira pero no con ojos de
ver.
Y odio los anuncios sin sentido, al
igual que me maravillan otros muchos.
Por ejemplo
Este año, parece que por todos lados
nos intentan hacer pensar en nuestro futuro, ¿o es qué es ahora
cuando he empezado yo?. No sé, lo que si se me ha ocurrido ha sido
esto:
Querida Helena:
Empiezo esta carta a 4 de abril de
2013, son las 23:19 de la noche y aún no has acabado el libro de
proyecto, ni le has imprimido a Mariadel el resumen. Estás sentada
en el salón con el Anto, y la abuela se ha quedado dormida en el
sofá, Borja ha salido y te recuerdo, que temporalmente, estás
compartiendo habitación con él.
A lo que iba, quiero que sepas que yo,
la Helena de hoy no quiere olvidarse todo lo que lleva vivido, es
decir, no quiero que con el paso de los años nuestros recuerdos
mengüen.
Así que recuerda Helena, que debajo
de la cómoda, he pegado un sobre, que recoge 17 años y pico, en
unas cinco caras.
Ahora sí, también quiero decirte, que
espero que lleves a cabo nuestros sueños, sé que es una putada
dejarte a ti ese peso, pero aún no soy todo lo valiente ni madura
que deseo para realizarlos, creo.
Helena, por favor, cree en ti,
quierete, aceptate, y siempre pero siempre Sé fiel a ti misma (Como
Anto te enseño)
Pues eso, me despido porque mamá se ha
puesto muy pesada, cuídala, se lo merece.
PD: Dale muchos besis a Anto, y
aprovecha cuando puedas a Borja.
PD2: No pierdas el contacto con la
gente que has conocido (y se ha vuelto tan imprescindible) estos años
(ya sabes lo que quiero decir...)
Bueno querida yo dentro de 10 años,
nos vemos.
Aaah, por si no te lo dicen mucho, te
quiero mucho, cuida(m)(t)e.
Pequeña y esta vez (creo) última verdad:
Esto, por mucho que lo odie, sí es una despedida.